Que lamentablemente España no es un país competitivo, es algo que muchos saben, o al menos sospechan. Pero verlo reflejado en una estadística duele, y debe llevar a reflexionar en profundidad sobre esos aspectos que es necesario cambiar para no estancarse aún más, sobre qué es lo que está fallando.

Los datos sobre la competitividad a nivel mundial los ha aportado, como cada año, un estudio realizado por el Foro Económico Mundial (FEM). Con pocas sorpresas, por cierto. Pero antes de entrar en materia, conviene tener claro qué es lo que esta institución entiende por competitividad, y no es otra cosa que el conjunto de instituciones, de políticas y de otros factores que condicionan el nivel de productividad de un país.

Partiendo de esta idea, vamos al análisis de la situación mundial en lo que a competitividad se refiere. 140 han sido los países analizados. Y entre las variables que el estudio tiene en cuenta se encuentran desde la eficiencia del sector público a la calidad de la sanidad, el mercado de bienes o la seguridad.

Con estos datos y este punto de partida, a la cabeza de este ranking, por octavo año consecutivo, se encuentra Suiza. Le siguen muy de cerca Singapur y Estados Unidos. Completan el “top ten” Países Bajos, Alemania, Suecia, Reino Unido Japón, Hong Kong y Finlandia.

¿Dónde está España? Bastante más abajo, en concreto en el puesto número 32, por debajo de la República Checa, Israel, Irlanda o Estonia, por poner solo algunos ejemplos. Según el FEM España no se sitúa mal en lo que a infraestructura, sanidad y educación se refiere. Pero pierde mucho en cuanto a eficiencia del mercado laboral, aspectos macroeconómicos o innovación, entre otros aspectos. Pero, para ser justos, también hay que reconocer que España ha subido un puesto respecto al año anterior.

Y en los últimos puestos se encuentran Guinea, Chad, Mauritania, Sierra Leona, Venezuela o Haití, entre otros.

El mundo es un lugar muy amplio y hoy en día con la era de la globalización, el desborde de las redes sociales y las cadenas de telefonía celular es importante tener conocimiento acerca de diversas modalidades de trabajo, las cuales pueden ser capaces de hacerte vivir una vida plena, llena de sofisticación y llenar algún vacío en tu vida que no habías podido llenar, estas son algunas formas de trabajar desde la comodidad de tu hogar, pues es algo que puedes aplicar en las horas posteriores a tu jornada diaria de trabajo, o en el caso en el cual te encuentres desempleado puedes obtener de esto una fuente de ingresos esencial para los gastos más básicos de tu hogar.

Pudimos hablar con su fundador, quien nos comentó que al iniciar el negocio lo hizo desde su casa, con su coche y ayudando a las personas de su sector, y posteriormente evolucionó hasta la gran empresa que es hoy en día. Por otro lado, ayudan a sus empleados a que inicien sus negocios a medio tiempo mientras no trabajan, para que su crecimiento personal sea el indicado.

• Realizar un negocio de delicias; si eres un fanático de las recetas de cocina y te encanta cocinar y aparte de ello es algo que se te da muy bien puedes establecer en tu hogar un negocio de repostería, sin lugar a dudas te divertirás haciéndolo y también le sacarás bastante provecho, recuerda que cuando las cosas se hacen con amor todo lo demás es fácil de hacer.

Conviértete en un bloguero, si eres muy buen escritor y además tienes una gran capacidad de creación de contenido, es decir, eres una persona sumamente creativa, esta opción es definitivamente para ti, pues en internet esta herramienta es muy utilizada e incluso si tu sitio es lo suficientemente bueno puede que incluso no tengas que trabajar por el resto de tu vida, ya que muchos blogueros han tenido muchísimo éxito en sus blogs, ya que la interacción con sus lectores es superlativa. Tienen una red de blogs bastante diversa que trata sobre temas de cerrajería y les aporta una buena cantidad de ingresos mensuales con suscripciones a tutoriales.

• Freelancer; tal vez no hayas escuchado de este término en la calle, pero en materia de redes es totalmente común aplicar este término para aquellas personas que realizan trabajos de diversa índole en varias redes, como por ejemplo en LinkedIn o portales como el de workana, en dichas redes se encuentran trabajadores independientes de todo tipo, desde blogueros, hasta programadores de páginas web o redacciones de monografías y ensayos académicos, por los cuales las personas están dispuestas a pagar una cantidad considerable de dinero.